jueves, 4 de octubre de 2012

Reflexión sobre las TIC en relación a la Tercera Edad

Partimos de la realidad actual de que vivimos en un mundo donde la información, el conocimiento, y también el acceso a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) está a la orden del día, y es más que un lujo de algunos, una herramienta de acceso a la información y entretenimiento para la mayoría de la población.
De hecho, estar fuera de esta sociedad digital, puede significar pertenecer a una posición inferior, una posición de desigualdad respecto a aquellos que sí han recibido formación y tienen acceso a las TIC, como ocurre muchas veces con el colectivo de las personas mayores. Por eso, las TIC en este ámbito son un apoyo en la creación de estas condiciones de igualdad de oportunidades de aprendizaje y acceso a la información y formación para todos, que muchas veces se ven mermadas socialmente. Esto, indudablemente, potencia la integración social y el desarrollo de estas personas. La razón de ello, es que el acceso y uso de Internet, nos facilita y permite la obtención de información de forma muy rápida, así como también de materiales y recursos de todo tipo.
Y no solo eso, sino que a un nivel más general, Internet facilita el acceso a webs que nos abren a una gama extensísima de posibilidades y oportunidades, como por ejemplo, retomar relaciones con las que se había perdido el contacto o saber qué ocurre en cualquier parte del mundo. Y además, es también una herramienta de colaboración, participación y acción social.
Por otro lado, las nuevas tecnologías permiten adaptar el proceso y entorno a las necesidades y características de cada persona. Por esto, surgen las “tecnologías de ayuda” adaptadas a personas de este ámbito cuyo acceso a las TIC’s pueda ser limitado o con dificultad, y se definen como “aquellos productos, instrumentos, equipos o sistemas técnicos fabricados expresamente para ser utilizados por personas con discapacidad y/o mayores; disponibles en el mercado para prevenir, compensar, mitigar o neutralizar una discapacidad” (ISO, 1999).
Por todo lo dicho anteriormente, algunas de las funciones que pueden desempeñar las TIC en relación al área de personas mayores, pueden ser las siguientes:
- Facilitar la comunicación.
- Acceder a información de diferente índole.
- Conocer su entorno tanto inmediato como lejano.
- Empleo de las TIC como herramienta para la construcción del aprendizaje.
- Las TIC pueden ser un buen método didáctico  ya que no se trata de una forma clásica de transmisión del conocimiento, sino que el formato puede resultar más atractivo para los usuarios, conllevando así a la motivación e implicación en el proceso educativo.
- Pueden ayudar a fomentar la red social de la persona, ya que son herramientas interactivas, que permiten la comunicación instantánea, y por lo tanto, las relaciones sociales se verán favorecidas.
- Por otro lado, el empleo de las TIC fomenta el trabajo en equipo, el sentido de la colectividad, ya que permite trabajar a varias personas al mismo tiempo, en el mismo o diferente lugar, de modo que están interconectadas mediante la red internet. Por tanto, esto produce un aumento de las relaciones interpersonales, el fomento del espíritu colaborativo, y otros valores, como el respeto, la confianza, el compañerismo, la tolerancia o la solidaridad.
- Las TIC permiten la actualización de conocimientos, destrezas, habilidades, aptitudes, etc. ya que la información a la que se puede acceder mediante las nuevas tecnologías, aportan datos recientes de prácticamente cualquier tema, ámbito, área, etc.
Es importante decir que los usuarios deben aprender a seleccionar la información adecuada de la no adecuada, de modo que no se dejen manipular, o accedan a datos incorrectos, falsos, manipulados, etc.
En el colectivo de la Tercera Edad, es más que probable, que sea necesaria la alfabetización tecnológica, ya que la mayoría de nuestros usuarios, no conocen o no saben manejar muchos de los recursos virtuales, o la misma red internet, incluso un ordenador.

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